3. Este es el día que hizo el Señor
Estimados catecúmenos, en esta entrada os presento el tema 3 completo titulado: Este es el día que hizo el Señor. Una semana en la vida del cristiano. Espero que os sirva para reflexionar e integrar de manera progresiva la presencia de Dios en vuestras vidas cotidianas.
INTRODUCCIÓN
Desde los comienzos de la Iglesia los cristianos nos reunimos los domingos en la misa para celebrar la Pascua del Señor. El verdadero cristiano vive siempre este día como el más importante de toda la semana.
INTRODUCCIÓN
Desde los comienzos de la Iglesia los cristianos nos reunimos los domingos en la misa para celebrar la Pascua del Señor. El verdadero cristiano vive siempre este día como el más importante de toda la semana.
En el Nuevo Testamento los evangelios nos
cuentan que la Resurrección de Jesucristo tuvo lugar el primer día después del sábado.
También aquel mismo día Jesús resucitado
se manifestó a los dos discípulos de Emaús y se apareció a los apóstoles
reunidos.
Ocho días después los discípulos estaban
nuevamente reunidos, cuando Jesús se les apareció y se hizo reconocer por
Tomás.
Era domingo cuando descendió el Espíritu
Santo sobre los Apóstoles, cumpliéndose así la promesa hecha por Jesús después
de la Resurrección. Aquel mismo día, domingo, fue el día de los primeros
bautismos, después de que Pedro proclamara a la multitud reunida que Cristo
había resucitado.
Desde entonces, los primeros cristianos se
reúnen el domingo para la fracción del pan. Como hacemos hoy nosotros en la
misa, aquellos cristianos leen los textos de la Biblia y pedían al Señor ayuda
para ponerlos en práctica. Daban gracias a Dios, celebrando la eucaristía y
comulgando.
En la eucaristía, el Señor se hace
presente, real y verdaderamente, de una forma única e incomparable. Con su
gracia viene al encuentro de cada uno de nosotros en el santo sacrificio, que
actualiza el único sacrificio de Cristo Salvador, y nos acompaña como alimento
en nuestro camino.
Se cumple así la promesa del Señor, que es
el secreto de la vida de la Iglesia: Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
final de los tiempos
(Mt 28, 20).
Hoy nosotros seguimos celebrando el
domingo con un día de gozo. Como los primeros discípulos, nos llenamos de alegría
al encontrarnos con el Señor y participar en la misa.
El domingo, los cristianos necesitamos
estar juntos en nuestras iglesias. No bastaría con que cada uno de nosotros
recordará individualmente el amor de Jesús. Es en la eucaristía donde cada
domingo encontramos a Cristo y anunciamos a todos su presencia viva en el
mundo.
IGLESIA E IGLESIA
Cuando hablamos de la gran
familia de los bautizados que seguimos a Jesús, utilizamos la palabra Iglesia en
mayúscula. Cuando nos referimos a los lugares donde los cristianos nos reunimos
en el nombre de Jesús, utilizamos la palabra iglesia en
minúscula. La Iglesia de
Dios se reúne cada domingo en la iglesia para
celebrar el día del Señor.
Y BENDIJO DIOS EL DÍA SÉPTIMO
Cuando la Biblia narra la creación del cielo y la tierra, el mar y todo
cuanto contiene, dice que Dios descansó el séptimo día y, por eso, lo bendijo y
lo hizo sagrado.
El señor confió a Israel el día del sábado
para que lo guardara como un signo de la Alianza, de la creación y de la
salvación que dio a su pueblo, y lo reservase para alabarle. Hoy, el pueblo de
Israel sigue recordando el día del sábado para santificarlo.
Los cristianos celebramos el domingo en
lugar del sábado de los judíos porque el domingo es el día de la nueva creación
inaugurada con la Resurrección de Cristo. Para nosotros se ha convertido en el
primero de todos los días, la primera de todas las fiestas, el día del Señor.
¿DOMINGO O FIN DE SEMANA?
El Papa San Juan Pablo II
publicó la carta apostólica Dies Domini sobre la santificación del domingo.
Invitaba a los cristianos a celebrarlo como el día de la Resurrección de
Cristo. «Es la Pascua de la semana en la que se celebra la victoria de Cristo
sobre el pecado y la muerte». Al mismo tiempo, recordaba «a los discípulos de
Cristo se les pide que no n la celebración del domingo, que debe ser una
verdadera santificación del día del Señor, con el fin de semana, entendida
fundamentalmente como tiempo de mero descanso o diversión». El domingo «es un
día que constituye el centro mismo de la vida cristiana».
¿CÓMO SE SANTIFICA EL DOMINGO?
Los cristianos santificamos el domingo y
las demás fiestas de precepto participando en la eucaristía. Además, debemos
abstenernos de las actividades que impiden rendir culto a Dios o perturben la
alegría propia del día del Señor o el descanso necesario para vivir. Dedicamos
tiempo a la familia, a los amigos y a ayudar a aquéllos que más lo necesitan.
El primer mandamiento de la Iglesia nos invita
a participar en la misa todos los domingos y fiestas de precepto, y a no
realizar trabajos y actividades que pueden impedir la santificación de estos
días.
A veces es difícil que algunos comprendan
que nosotros queremos ir a misa. Incluso en los tiempos de persecución de los
cristianos han sido muchos los amigos de Jesús que nunca han faltado a la
eucaristía dominical. La misa de los domingos, además de ser necesaria e
imprescindible para la vida cristiana, nos identifica con miembros de la
Iglesia.
EN LA MISA APRENDEMOS A ORAR CON LA IGLESIA
Pedimos Perdón.
Señor ten
piedad. Cristo, ten piedad.
Adoramos a Dios.
Por tu
inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos.
Escuchamos la Palabra de
Dios.
Señor,
haces cosas maravillosas para darnos a conocer lo bueno que eres.
Presentamos los dones que
Él nos concede.
Bendito
seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo
del hombre, que recibimos de tu generosidad y ahora te presentamos; él será
para nosotros pan de vida.
Damos gracias.
En verdad
es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias, Padre Santo,
siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Alabamos a Dios.
Te alabamos
por la luz del sol y por tu Palabra que ilumina nuestras vidas.
Pedimos ayuda.
No te
olvides de las personas que amamos ni de aquéllas a las que debiéramos querer
más.
El siglo IV, San Jerónimo señala
que quienes han recibido la gracia de creer en Cristo resucitado descubren el
significado auténtico del domingo.
El
domingo es el día de la Resurrección;
es
el día de los cristianos; es nuestro día.
¿Por qué los cristianos celebramos el domingo?
Porque el domingo es el día del Señor.
Convocados por Dios Padre,
celebramos la eucaristía.
Los cristianos no podemos vivir sin el domingo.
UN MOMENTO DE REFLEXIÓN... (preguntas para reflexionar íntimamente, no las contestes inmediatamente, tómate tu tiempo para ello, pero muéstrate sincero/a)
- Pendiente de elaboración
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Textos literales extraídos de:
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Testigos del Señor. Editorial EDICE, 2ª edición. Madrid, 2015.
CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA: Sagrada Biblia. Biblioteca de Autores Cristianos (BAC). Madrid, 2011.
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