II. Qué significa y cómo se reza el Vía Crucis
¿Qué es el Via Crucis?
Es la meditación de los momentos y sufrimientos vividos por Jesús desde que fue hecho prisionero hasta su muerte en la cruz y posterior resurrección. Literalmente, via crucis significa "camino de la cruz". Al rezarlo, recordamos con amor y agradecimiento lo mucho que Jesús sufrió por salvarnos del pecado durante su pasión y muerte. Dicho camino se representa mediante 15 imágenes de la Pasión que se llaman "estaciones". Te animarás a cargar con las cruces de cada día, si recuerdas con frecuencia las estaciones o pasos de Jesús hasta el Calvario.¿Cómo se reza el Via Crucis?
Hay diversas maneras de rezar el Via Crucis, en esta ocasión he elegido el Via Crucis que se realizó el viernes 17 de marzo en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción bajo la dirección de nuestro párroco el Padre Jesús
VIA CRUCIS CON JÓVENES
INTRODUCCIÓN
Comenzamos el ejercicio del Via Crucis, el Camino de la Cruz.Con esta oración queremos seguir a Jesucristo en su camino del Calvario; queremos comulgar con sus padecimientos para conocerlo mejor y para participar de su Resurrección.
1ª ESTACIÓN: JESÚS
ES CONDENADO A MUERTE
6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
7ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
8ª ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
10ª ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
11ª ESTACIÓN: JESÚS ES CRUCIFICADO
12ª ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ
13ª ESTACIÓN: JESÚS ES PUESTO EN BRAZOS DE SU MADRE
14ª ESTACIÓN: JESÚS ES PUESTO EN UN SEPULCRO NUEVO
15ª ESTACIÓN: JESÚS HA RESUCITADO
ORACIÓN FINAL
Que tu bendición, Señor Padre nuestro, descienda con abundancia sobre este pueblo que ha contemplado el camino de la Cruz de tu Hijo con la esperanza de su Santa Resurrección.Venga sobre Él tu perdón, concédele tu consuelo, acrecienta su fe, y consolida en Él la redención eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Pilato,
para contentar a la multitud, le puso en libertad a Barrabás, y a Jesús,
después de haberlo torturado, lo entregó para que fuera crucificado».
Reflexión: Tantos
jóvenes condenados a muerte, tantos que viven dramáticamente la vida metidos en
la droga, en el hospital con enfermedades incurables, en el paro. Condenados a
muerte, en el blanco de todas las crisis, envueltos en tremendas depresiones y,
a veces, convencidos de que nadie apuesta por ellos. Son jóvenes a los que ama
Cristo y su Iglesia.
Sacerdote: Señor,
ayúdanos a vivir como jóvenes que transmiten esperanza den un mundo que vive
sin salidas y con tremendas contradicciones.
Que la Cruz de Cristo sea para todos nosotros fuerza para caminar a lado
de los pobres, y que encendamos luces en vez de quedarnos en la tremenda queja
de quien maldice de la oscuridad, pero no hace nada por salir de ella.
Padrenuestro/Canto
2ª ESTACIÓN: JESÚS
CARGA CON LA CRUZ
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Llevando
la Cruz, Jesús se dirigió al lugar llamado Gólgota que quiere decir calavera».
Reflexión: Esta cruz
de la cruz de todos y cada uno de los otros. ¿Quién no he sufrido alguna vez la
Cruz de la humillación, de la incomprensión, del dolor físico o moral? ¿Quién no
ha tenido en su corazón todas las dificultades en el camino de la vida? Jesús carga con su cruz, también nosotros
debemos cargar con nuestra cruz y luchar con todas las fuerzas para hacer un
mundo más justo, más fraternal.
Sacerdote: Señor, Jesús
crucificado, te pedimos que nos ayudes. Enséñanos y danos fuerza para cargar
con nuestra cruz, una cruz de madera, una cruz sin brillo, una cruz que a veces
se hace insoportable, pero contigo, Señor, podemos llevar con amor.
Padrenuestro/Canto
3ª ESTACIÓN: JESÚS
CAE POR PRIMERA VEZ
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Él soportó
nuestros sufrimientos y dolores».
Reflexión: No dejes
nunca que tus caídas se convierten en heridas incurables. Sólo si te levantas
mirando a Cristo, que también cayó, podrás vivir con gozo y alegría acogiendo
la infinita Misericordia del Señor.
Sacerdote: Señor, caído
con la cruz a cuestas, ayúdanos a soportar las cruces de la vida con la
convicción de que están heridas de resurrección, pues Tú, Señor, has vencido y
nos ayudas a vivir a tope, ayudando a todos los caídos a levantarse y volver al
Hogar de tu Corazón.
Padrenuestro/Canto
4ª ESTACIÓN: JESÚS
SE ENCUENTRA CON SU MADRE
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Estad
alegres de compartir los sufrimientos de Cristo, así cuando se manifieste su
gloria desbordaréis de gozo».
Reflexión: Muchos
jóvenes, incluso en edades muy tempranas, experimentan la decepción de tantos
amores. Muchas veces sólo el amor de la madre permanece en pie. Quizás, como
nos recuerda esta estación, porque ellas son capaces de esperar y de estar
cerca «en las duras y las maduras».
Sacerdote: Señora
nuestra de la Soledad, de la Amargura, de las Angustias, de los Dolores,
acompaña nuestros pasos cansados, que te encontraremos siempre en el camino de
la vida ya cuando no podamos más, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosso y enséñanos el camino de la aceptación.
Padrenuestro/Canto
5ª ESTACIÓN: EL
CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Encontraron
a un hombre de Cirene que venía de trabajar en el campo y le obligaron ayudar a
Jesús a llevar la cruz».
Reflexión: Todos
necesitamos cirineos que nos ayuden a llevar la cruz. Los jóvenes necesitan
personas que estén a su lado, que compartan sus dudas y fracasos y, sobre todo,
que les ayuden a llevar con paciencia la cruz de la vida. Los jóvenes necesitan
—hoy más que nunca— ser acompañados por catequistas, animadores de pastoral
juvenil, sacerdotes, familia, acompañamiento personal, cirineos que estando a
su lado les ayuden a cargar con la pesada cruz de cada día.
Sacerdote: Señor,
mándanos cirineos que nos ayuden, vocaciones de hombres y mujeres para estar
cerca de los jóvenes, a veces, en los peores momentos de su vida. Gracias, Señor,
por todos los cirineos que pusiste en mi camino y que me enseñaron y ayudaron a
vivir la vida desde el Amor de Dios y el servicio de los hermanos.
Padrenuestro/Canto
6ª ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Yo busco
tu rostro, Señor, no me escondas tu rostro».
Reflexión: Aquella mujer,
como muchos jóvenes, estaba allí. Miro a Cristo y se conmovió el corazón. No sé
quedó en el lamento, sino que pasó a la acción, a la vida entregada. El Señor
quiso que su rostro quedase plasmado en el lienzo. El Señor nos ha dado a
nosotros, jóvenes, mucho más que a la Verónica, nos ha dado la Eucaristía su
Cuerpo y su Sangre, y cuántas veces no le hacemos caso, no acudimos a Misa, no
se queda su Presencia en nuestro corazón.
Sacerdote: Señor, te damos gracias por tantas verónicas valientes
que limpian el rostro de los «otros Cristos» que son nuestros hermanos. Te
pedimos que surjan muchas verónicas, que sean capaces de ayudar a nuestra
tierra, para que en el mundo se implante la civilización del Amor.
Padrenuestro/Canto
7ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Todos andábamos
perdidos como ovejas sin pastor, y el Señor cargó sobre él todos nuestros
pecados».
Reflexión: Es verdad que los jóvenes somos a veces frágiles. Por
ejemplo, siendo el blanco de todos los reclamos publicitarios para ser presa
fácil del consumismo. A veces las caídas vienen por tantos que utilizan a los
jóvenes con fines comerciales. La Iglesia os quiere como sois. No os
instrumentaliza. Descubrid en el rostro de Cristo caído y en todos los caídos y
crucificados de la historia una llamada a servir de rodillas, a vivir sembrando
de esperanza los caminos de la vida.
Sacerdote: Señor Jesús, danos fuerzas para ayudar a todas las
personas a descubrir y a vivir en la dignidad de los hijos de Dios; y a
compartir, en la mesa común de la humanidad, los bienes que nos pertenecen a
todos por igual.
Padrenuestro/Canto
8ª ESTACIÓN: JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Le seguía
mucha gente y mujeres que lloraban por él. Jesús les dijo: (…) no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos».
Reflexión: Ser joven no puede significar estar hundido y pasando a
veces por noches oscuras. Necesitamos encontrar en la Cruz el rostro de Cristo
crucificado que nos enseña a descubrir el sufrimiento de tantos hermanos
nuestros que caminan a su lado. El mundo de los jóvenes de hoy buscan el
consuelo fácil. A veces a costa de la verdad. La Iglesia, desde la realidad y
la verdad, nos ofrece el verdadero consuelo que el calma nuestra sed y nos abre
a la esperanza en la vida diaria al contemplar el rostro del que tiene siempre
abierto el Corazón.
Sacerdote: Señor Jesús, queremos que Tú con tu Amor, nos consueles
en el camino de la vida, y ayúdanos a mostrarnos disponibles ante tantos
jóvenes que han perdido el norte, el rumbo de sus vidas.
Padrenuestro/Canto
9ª ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Venid a mí
todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo
y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón».
Reflexión: La fragilidad de los jóvenes, a veces, también es fuente
de humildad y esperanza. San Pablo decía que todo lo podía en Aquél que nos
conforta, y decía algo más luminoso, aunque misterioso: (…) porque cuando soy débil entonces soy fuerte. ¿Qué quería
decir? Que con Cristo todo lo podemos, quiere decir que nuestra fragilidad,
viviendo con fe, se puede convertir en fuente de esperanza. Porque es verdad
que Cristo yo es igual a mayoría aplastante. Sólo hay que levantarse y confiar
en Aquél que nunca nos abandona.
Sacerdote: Señor Jesús, te pedimos que nos ilumines y nos ayudes a
levantarnos cuando no podemos más, pues Tú eres el vencedor del pecado, del
dolor y de la muerte.
Padrenuestro/Canto
10ª ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Al llegar
al lugar donde lo iban a crucificar, los soldados se repartieron su ropa y la sortearon».
Reflexión: ¡Cuántos jóvenes despojados de trabajo, de la dignidad
más elemental, de ver sus derechos pisoteados, de tanta instrumentalización
ideológica! Jesús se despoja de las vestiduras y lo presentan sin nada, sólo
con su Amor al Padre y a todos, y con su Verdad proclamada a los cuatro
vientos. Nos lo ha dado todo. Se ha despojado hasta de su Madre, que nos la
entregará como Madre nuestra. En su corazón sólo hay un deseo de «amar hasta el
extremo». Vive estos momentos como el dueño verde en invierno, con la esperanza
cierta de que no está lejos la primavera.
Sacerdote: Señor, despójanos de todo lo que nos aparte de ti, no
dejes que caigamos en la tentación de la desesperanza, de instalarlos en la
queja. Despójanos del pecado que nos aparta de Ti, de la tristeza inmensa de
una vida vivida sin Dios.
Padrenuestro/Canto
11ª ESTACIÓN: JESÚS ES CRUCIFICADO
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Cuando
llegaron al lugar llamado Gólgota le crucificaron a Él y a dos malhechores, uno
a su derecha y otro a su izquierda».
Reflexión: Como si tensasen las cuerdas de una guitarra, así han
clavado a Jesús. Como bandera clavada en lo alto de un monte. Como signo de
contradicción. Como quien lo ha dado todo. Jesús es crucificado en la mejor
declaración de Amor del Padre a cada corazón humano. Cuando crees que nadie te
quiere, ni te recibe, y te ha declarado su amor, la contemplación en tu oración
del Crucificado siempre te devolverá la esperanza
Sacerdote: Señor Jesús, Crucificado en todos los calvarios del
mundo, al lado de todos los jóvenes que viven cosidos y crucificados a las
drogas, el consumismo, al paro, a la precariedad del futuro incierto, en todas
las cruces posibles, ayúdanos a vivir el sufrimiento como puerta de esperanza,
que eres Tú.
Padrenuestro/Canto
12ª ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «A eso de
las tres de la tarde, Jesús gritó muy fuerte: Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu. Y al decir esto murió».
Reflexión: Ha muerto con los ojos cerrados para no ver nuestra
realidad; sus ojos son demasiado limpios para quedarse sólo en nuestras
miserias. Ha muerto con los brazos abiertos como el Padre de la parábola del
Hijo Pródigo (Lc 15) para abrazar a
todos los que vuelven destrozados de la vida. Ha muerto con los pies clavados
entregando su Amor, a través de la Iglesia, que como el amor de una Madre,
siempre espera de noche y de día a que volvamos al Hogar. Ha muerto con el
corazón abierto y para decirnos que las puertas de su costado están siempre
abiertas y que no tiene secretos con nosotros.
Sacerdote: Señor Jesús, muerto por nuestros pecados y rebeliones,
ayúdanos a comprender que siempre que nos alejamos de Ti, no nos va nada bien,
y que es demasiado peligroso construir una sociedad sin ti.
Padrenuestro/Canto
13ª ESTACIÓN: JESÚS ES PUESTO EN BRAZOS DE SU MADRE
V/. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «José de
Arimatea le pidió a Poncio Pilato que le dejara quitar el cuerpo. Pilato lo
autorizó».
Reflexión: Allí estaban los brazos de su Madre, los brazos de la
Iglesia acogiendo y entregando desde su pobreza a Jesús a la humanidad.
Pensamos en tantas madres con sus hijos en sus brazos muertos por el odio, la
guerra, el terrorismo, la droga. María y la Iglesia acogen en su seno a la
humanidad más sufriente. En silencio llora con los que lloran. Les ofrece la
esperanza cierta de que «si morimos con Él, viviremos con Él»
Sacerdote: Señora junto a la Cruz, Madre de todos los hombres,
Mujer creyente que permanece hasta el final, que no te echas atrás, ayúdanos a
ser jóvenes cristianos que vivamos en el Corazón de Cristo en el interior de
tantos dramas como vive nuestra Tierra.
Padrenuestro/Canto
14ª ESTACIÓN: JESÚS ES PUESTO EN UN SEPULCRO NUEVO
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Lector: «Colocaron
a Jesús en un sepulcro nuevo».
Reflexión: lo había dicho Jesús: «si el grano de trigo no cae en
tierra y muere, no da fruto». Tenemos que saber esperar. Tenemos que vivir con
el convencimiento que detrás de la noche viene galopando la aurora. Es preciso
saber que te todas nuestras cruces están heridas de resurrección. Es necesario
que los cristianos seamos portadores de una esperanza cierta que se fundamenta,
desde luego, en el camino de la Cruz, pero el destino es la Vida que no se
acaba, la vida eterna.
Sacerdote: Señor Jesús, enséñanos a ver cercana la primavera,
aunque nos veamos a veces insertos en el crudo invierno, y ayúdanos a ser
capaces de contagiar al mundo de la esperanza cierta de que Tú eres nuestro
Salvador y Redentor.
Padrenuestro/Canto
15ª ESTACIÓN: JESÚS HA RESUCITADO
R/. Porque por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Reflexión: Ha pasado
la noche. Ya se acerca aurora. Todo podía haber quedado en el mayor fracaso de
la historia. Así lo deseaban algunos. Pero de pronto, cuando amanecía, le
vieron. Era Él tejiendo primaveras, saliendo a nuestro encuentro por todos los
Emaús del mundo. Era Él que decía una y otra que vivía. Desde aquel domingo,
cada vez que celebramos la Eucaristía, Jesús se hace presente y nos ayuda en el
camino de la vida.
Sacerdote: Cristo
Resucitado, enséñanos a vivir siempre en el gozo inmenso de quien sabe que
«nada ni nadie nos podrá quitar» tu Amor Resucitado.
ORACIÓN FINAL